El diario de una katagaria

El diario de una katagaria

La dureza de las rocas raspaban las plantas de los pies de Miquela Muñoz, una katagaria nacida como una lobizona.
Ella agilmente escapaba de un destino cruel hacia un futuro incierto. Su corazón empezó a acelerarse y a sudar frío, mientras las ramas rozaban la suave piel de su cuerpo, estaba en forma de humana, ya que al ser hija de una arcadia y un katagari su forma base era la de una loba pero su mayor hablidad en forma de humana. Sus sensibles ojos se nublaban, sabía que Trew iba corriendo, siguiendo su pista. Ella había acabado con la vida de su alfa.
Ella había matado a Sykan.
Sus piernas dolían pero su olfato sentía la proximidad del lobo y su séquito. Increíble, aquellos que querían matar a Sykan ahora estaban del lado de Trew.
Algo había aprendido ella, el instinto animal es una fuerza incontenible.
Un katagari o arcadiano es hasta cierto punto humano y lógico, luego se vuelve una bestia sedienta de sangre. El animal en ellos no mentia ni ocultaba la verdad, pero tenía un instinto de asesino.
Ella no podía más, jadeaba en inútil espera de su final. Tantas cosas quería hacer aún.
La primera...cortarle la virilidad a Trew y dársela de comer.
Seguía corriendo hasta que sintío que unas patas se acercaban.
¡Oh, Dioses! Estaba destrás de ella.
Alguien mordió su hombro con caninos dientes, desgarrando la carne. Se desprendió para que otro saltara sobr ella y se colocara delante, para impedir el paso.
Todos la miraron con hambre en los ojos. Hambre de carne de loba.
La mujer se transformó en loba, y dió una veloz vuelta para ver a los 7 lobos que la rodeaban.
Miró una a una esas caras animales, allí estaban las lobas Chantelle, Penélope y Fetrea; junto a los machos Yanis, Ariel, Dawtriej y por supuestro, Trew.
-Miren mis lobos, a la pequeña lobita asustada. -Dijo Trew.
-Yo no soy una lobita ni estoy asustada. Soy una wolfswan y estoy con ganas de matar. -Dijo después de subir sus labios para mostrar un par de blancos colmillos.
-Hubris, increible...estás apunto de morir y te crees superior.
-Nada de eso, Yanis. Sólo es que digo la verdad. -Y atacó al lobo. De dos dentelladas en la garganta el macho más pequeño cayó como peso muerto, sin vida. Al igual que su compañera Fetrea quien murió al instante.
Ariel y Chantelle atacaron conjuntos, Ariel alcanzó a morder la pata de Miquela pero Chantelle mordió el cuello de él por accidente.
Ariel cayó entre jadeos con sangre cubriendo el hermoso pelo negro.
-Muere tu también por esto. -Dijo Penélope mientras sostenía a Chantelle y Dawtriej clavó los dientes en su viente.
Sólo quedaban tres.
Trew se avalanzó pero Miquela lo golpeó con una rama en el ojo derecho, cegándolo. El izquierdo tenía una visión nubosa de nacimiento.
Penélope estaba herida por un mordiscón de Chantelle, asi que se retiró antes de ser aún más herida.
Trew tratando de matar a Miquela golpeó a Ariel, quien se desmayó.
-Hasta la vista...Baby. -Y con un zarpazo cortó la garganta de Trew.

Quedaba Ariel simplemente, e inconciente.
-Supongo que no me amabas después de todo. -Dijo en lobo, se lamió las heridas para no dejar sangre. Miró su mano, marcada por el emparejamiento, y luego la de Ariel...segundos después desapareció. Suerte que no habían juntado sus fuerzas vitales o ella estaría muerta.
En forma de loba dió una lametada de tristeza en el hocico de Ariel, quien estaba ahora muerto por la pérdida de sangre. Miró a su hermoso lobo, nadie más bello o maravilloso que él. Ella estaba enamorada pero eso, hasta su traición.
Se levantó y transformó en una mujer desnuda, como siempre acababa cuando se transformaba. Miró a su hermoso animal y ahuyó de tristeza, pero la rabia en sus ojos decía lo mucho que ahora lo odiaba.
Se dió vuelta, tomó una piedra filosa, la probó en su mano, giró hacía Ariel, y con la piedra en la mano dijo:
-Todo lo que te importaba era salvar tus pelotas al final del día. -Y las cortó para tirar la piedra y dejar en su mano la carne sangrante. -Ya no las necesitarás, amigo.
Y caminó alejandose, cuando vió un buitre sobre su cabezá arrojó el contenido de su mano y el biutre lo engullió.
Ella se permitió con una lágrima ver hacia atrás...estaba dejando todo, respiró y caminó hacía un futuro, los dioses quisieran, más piadoso que él anterior.


Esta es una parte de mi historia cuando dejé mi manada. Desde ese día creo que dejé de creer en el amor, bueno, pero a fin de cuentas un lobo jamás podrá amar...yo tenía lo suficiente de humanidad, mi hermoso Ariel era un lobo en totalidad.
El lobo no tiene piedad, sólo hace lo mejor para él.
Un lobo es poder, pasión e instinto.

Quizás no fue feliz porque yo...no era un lobo.


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ESPERO les haya gustado
Lo escribí ahora pensando sobre mi pasado. Pero bueno, ahora Ariel el señor mueve-el-culo-quiero-metértela ya no me molesta, me libré de él con dolor, yo era el sobrante de lo que realmente le importaba...no quedar impotente.

Ariel mírame! Soy una chica en la flor de juventud y con ganas de vivir...
Ariel si quieres tus canicas, pídeselas al buitre x)



Suerte y Paz, Miquela