Diario de una were III

La ciudad se abría en magnificencia suprema. Nada se comparaba a eso.
Mientras caminaba lentamente con sus botas militares, su pantalón negro y su remera blanca de cuello en V sintió que no destacaba. Pero la esperanza murió.
Las mujeres susurraban a su alrededor..y ella las escuchaba.
-Mira a esa mujer, como camina.
-Parece una psicópata.
-Esa mirada me está matando.
-Si, es como si quisiera matar a todo el mundo.
-Qué alta es. Debe ser extranjera ilegal.
Y otras cosas tan estúpidas que Miquela reía por dentro, los hombres hacían comentarios pero no sobre su aura peligrosa:
-Mira, que cuerpo, debe ser modelo o algo así.
-Yo por esa delantera podría hacer lo que sea.
-Ufff, caliente.
-Si necesita un hombre me ofrezco, que me haga lo que quiera.
Ella miraba hacia adelante, restándoles importancia.

Ugh..tengo que dormir..despues lo edito completo.Ajuuum